viernes, 15 de abril de 2011

Consejo a futuros universitarios

Queridos lulilectores...

Últimamente, he estado pensando en algunos de mis errores más recientes. En este caso, el error del que ahora me arrepiento es no haberme tomado del todo en serio la universidad. Esto significa que me he limitado a asistir a clase, tomar apuntes, estudiar las materias y aprobarlo todo. La dinámica básica, vamos.

Pero lo que más me preocupa es el tema de los compañeros y de los amigos. Yo he hecho amigos en la universidad, lo cual está muy bien, pero creo que lo mejor hubiera sido "hacer contactos", en vistas ya a un futuro profesional -cada vez más cercano, en mi caso. Es difícil de explicar, lo intentaré.

Cuando, a mis tiernos 18, empecé a estudiar una carrera, todo era nuevo para mí: tanto la administración, como las asignaturas, como los compañeros. Dependiendo del grado de timidez del carácter de cada uno, hablas con más o menos personas, eso es evidente. Pero, lo normal es hablar con más gente al principio de curso, cuando no conoces a nadie. Sucede así porque, con el tiempo, te vas dando cuenta de quiénes tienen afinidades similares a las tuyas, y los grupos se van reduciendo hasta cerrarse completamente, bien definidos (porque es muy difícil mantener como amigos a 100 personas, que es más o menos el número de gente que hay en mi clase).

A mí me pasó un poco eso. Al principio me llevaba (o lo intentaba) bien con casi todos, pero con los años me junté ya con los que ahora son mis amigos, y claro, eso hace que dejes de hablar más con los demás. Incluso, hay gente con la que después apenas he hablado, y eso que al principio sí que lo hacía. Los hay que, además, me caen un poco mal, pero bueno, son la minoría (aunque la gente de mi clase es un poco rara).

¿Qué vengo a decir con todo esto? Pues, básicamente, que tengáis algo de vista y no caigáis en el mismo error que yo: no perdáis el contacto con las demás personas. Hay dos o tres personas en mi clase que tienen "ese don" de llevarse bien con todo el mundo, siempre, hagan lo que hagan, porque caen muy bien y, aunque tienen cada uno sus amigos, en cualquier momento se puede hablar con ellos sin tener esa sensación de que se está traspasando "una frontera" al acercarte a gente que no es de tu grupo. Ésa es la clave.

Me he dado cuenta de que hay momentos en la vida en que uno debe ser ambicioso, y creo que la universidad es un punto clave para esto. Nunca sabes quién puede estar sentado a tu lado mientras tomáis apuntes de una misma asignatura; igual, dentro de un par de años, esa persona y tú os volvéis a ver en el ámbito laboral y, si os dedicáis a lo mismo, puede venirte bien un favor por parte de alguien a quien conoces, para cualquier cosa. Si hablabas con esa persona durante la unviersidad, y hubo una buena conexión entre vosotros, siempre será más fácil cualquier tipo de intercambio en el ámbito laboral: una asociación, cualquier detalle...

Espero que entendáis lo que quiero deciros. En la universidad puedes tener tus amigos, esos compañeros con los que, al final, te vas a sentar todos los días en clase, pero intento darle importancia al hecho de que, a pesar de tener vuestros amigos, no os distanciéis de los demás compañeros de clase, porque nunca sabéis si, en el futuro, va a haceros falta relacionaros con ellos mientras trabajáis (sobre todo porque algunos compañeros míos, por ejemplo, son auténticos cerebritos y valores en alza). Hay que jugar un papel, tragarse la timidez y ser simpático con todos, aunque esa persona no acabe de caerte del todo en gracia; no importa, quizá a la larga lo agradezcáis y todo.

Este ha sido mi fallo. Con 18 años no me di cuenta de esta realidad y es ahora, tres años después y casi acabando la carrera (me queda un año solo) cuando sé que debería haber intentado mantener el contacto con más compañeros: hablar con ellos durante el cambio de clase, regalarles una sonrisa de vez en cuando... solo por si acaso, para ir allanando el terreno en caso de que algún día me los encuentre trabajando en lo mismo que yo.

También es verdad que depende de carreras (por ejemplo, yo me he metido en un mundo muy competitivo), pero, en general, es un consejo que sirve para todas ellas, creedme.

Solo quería compartir este pensamiento con vosotros, para que no os pase lo mismo que a mí en un futuro. Por hoy, ya es suficiente con la lección de moral xD.

Besazzos,

*Luli*

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