viernes, 17 de junio de 2011

Ligera cual aire

Queridos lulilectores...

Vengo hoy a saludar y a dar algunas explicaciones (siempre vanas y con un acusado tono culpable) de mis reiteradas ausencias en los últimos días. Pues bien, he estado de exámenes, ahora estoy trasladándome de la city nuevamente al pueblo y, además, me siento desinflada, como melancólica.

Por eso hoy necesitaba contároslo. Mi crisis identitaria (la que siempre me acompaña, de la que os hablé en la última entrada), va en aumento, tristemente. No, miento, es que ni siquiera va en aumento, pero la cosa está en que no desaparece, siempre viaja en mi maleta, vaya yo a donde vaya (llámalo maleta, pero sirve también una mochila, un bolso, un bolsillo o cualquier recoveco cerebral).

Hoy me ha entrado el bajón al ver los blogs de mis compañeros de clase: nada que ver con este. Son blogs estremecedores, jodidamente cultos e interesantes, repletos de citas interesantes y referencias constantes a libros, películas, música, arte, fotografía... Son blogs con lectores y comentarios. Son blogs vivos y presentes.

Ojo, que con esto no me estoy quejando de mi blog: amo mi blog, al fin y al cabo es donde yo escribo. A lo que me refiero es que me he dado cuenta (ya lo venía sospechando) de que mis compañeros de clase (algunos) son gente apasionante, y que tienen vidas apasionantes, por mucho que ellos se empeñen en afirmar que son una mierda. Mentira.

Además, en verano hacen cosas guays: una se va a trabajar a Londres dos meses, otra a Canadá, otra a Nueva York a un curso de verano, otra al periódico, unos a la radio, otros a la televisión... pf. Y yo a la tienda de ropa de cada verano. Pringada al cuadrado.

Me he dicho: Luli, ¿pero cómo eres tan simple? Me siento simple, superflua, innecesaria y vacía. Anclada en los mismos libros, en la misma música y en la misma vida que llevaba hace unos años. Soy boba. Me siento boba. Y detesto esa simpleza que me rodea, que rodea todo lo que tenga que ver conmigo. Siento que no aprovecho mi vida debidamente, y eso me está matando, muy lentamente, por dentro. Es una gran p***da.

Perdonad hoy mi humor. No sé qué me pasa últimamente.

Besazzos,

*Luli*